viernes, 7 de agosto de 2015

¿Toc toc?

¿Hola?

Por alguna razón (tal vez por el hecho de que no haya aparecido por estos lares desde octubre... pero solo tal vez) poniéndome a escribir aquí me siento un poco como quién vuelve a una casa de verano y se la encuentra llena de polvo y juguetes de cuando era niño (me ha quedado tan poético... ¿verdad?).

En su momento no tenía pensado que mi pausa llegase a dilatarse por tantos meses, pero dadas ciertas circunstancias personales fui quedándome atrás en las clases (Bolonia I love you), tenía que dedicarle tiempo a preparar mis clases de inglés (soy profe, si...) y por un cúmulo de cosas varias fui teniendo que priorizar. Me centré en mis ocupaciones "ineludibles" y, a partir de enero, me puse "en serio" (aunque sería más correcto decir que de manera más constante... y si habéis visto alguno de mis vídeos lo entenderéis) con mi canal de YouTube.

En un primer momento tenía pensado hacer de este un blog literario y alternarlo con vídeos. Sin embargo, una vez perdí la vergüenza delante de la cámara me di cuenta de que mostrar mi lado payaso me cuesta más por escrito (quizás es por eso que me han dicho de que tengo una cara muy expresiva) y me sentí dividida porque adoro escribir, pero también soy una cotorra redomada (y cuando grabo nadie me interrumpe... así de largos me salen luego los vídeos). El caso es que no sabía cómo combinar ambas cosas y llegué a pensar que lo de tener un blog y el canal era incompatible... hasta que llegó el Celsius 232.

Mi intención era grabar material que diera para una crónica (a la Blogger Lit Con fui con la misma intención y terminé por sacar la cámara una vez en el tren de ida y grabar unos 5 segundos) y, aunque esta vez hasta conseguí vloggear yo sola por la calle sin pasar demasiada vergüenza (podéis ver la foto en mi Instagram) y grabar escenas varias, sigo sin sentirme capaz de editar un vídeo que refleje lo que es la experiencia Celsius. Si a esto le sumamos ideas y reflexiones que me veo incapaz de contar en un vídeo sin hacer que la gente quiera cortarse las venas de aburrimiento tenemos el motivo de mi vuelta a este blog.

¿Qué quiero decir con todo esto? Sencillamente que, en determinadas ocasiones, siento que quiero decir cosas, pero me encuentro más cómoda haciéndolo por escrito que en un vídeo. Esa será la función de este blog. Aunque, antes de irme, quiero hacer constar el hecho de que no tengo intención de fijarme un mínimo de actualizaciones y tampoco puedo garantizar que siempre hable de libros. Como dice el nuevo título de mi blog (si, tengo que hacer una cabecera nueva algún día de estos...): Mi cabeza es una jungla salvaje llena de tonterías sin fin y este blog es el reflejo de ello...


¡Nos leemos pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario