jueves, 3 de julio de 2014

¿Estudiando?

En uno de esos días extraños en los que en Asturias hizo un tiempo relativamente agradable, yo aproveché para irme a un parque que hay en el centro de la ciudad, a leer y tratar de diseñar ciertos aspectos del argumento de una de las miles de cosas que tengo en mente.

El caso es que, estaba yo sola, con mis auriculares con mi musiquilla para aislarme de los ruidos externos, el sol dándome en la cara… (todo un lujo, vamos) cuando se me acercó una pareja mayor, preguntándome con amabilidad si podían sentarse en el banco. Quité mis cosas y me aparté a uno de los extremos del banco para que pudieran sentarse juntos y ellos, no sólo me dieron las gracias, sino que me dijeron que siguiera estudiando.

Es probable que ese detalle tan nimio no le llamara la atención a casi nadie, pero a mí me dio qué pensar (con el tiempo veréis que a mi prácticamente todo “me da qué pensar” y tiendo a darle demasiadas vueltas a las cosas), sobretodo, porque no es la primera vez que me pasa algo similar: hace unos meses,  esperando a que un amigo saliera del trabajo, me senté en un banco a leer y un señor que iba por la calle se paró y me preguntó que si estaba estudiando. Cuando le dije que no pareció sorprenderse y me dijo algo como “pues sigue leyendo”.

Insisto, en que habrá gente que lo considere una tontería, pero a mí me parece un reflejo de lo extraño que se considera que una persona joven (yo tengo 23 años aunque, según me han dicho, puedo pasar por 17) en la sociedad en la que vivimos. Supongo que “lo normal” sería que estuviera con el móvil, o escuchando música sin más (cosas que también hago a veces cuando espero por una persona) y eso pasaría sin pena ni gloria para cualquier viandante.

El hecho de que los jóvenes que leen sean considerados tan extraños hace que los que, efectivamente, si lo hacemos nos sintamos como bichos raros de tres ojos y cuatro cabezas. En mi caso, parecía que estaba condenada a leer, y disfrutar (y sufrir) en silencio; hasta que descubrí que en internet se habla de todo, incluidos libros, y que yo no era tan rara como me sentía hasta entonces. De hecho, yo empecé en el foro de HarryLatino (allá por el año 2004 o 2005) y con el tiempo fui registrándome en otros foros relacionados con la literatura (el foro de Laura Gallego que es a través del que más gente he conocido y, más adelante, el foro Fuera de Clase, de la editorial SM que, por desgracia, ya ha desaparecido) y comprobando, no sólo que hay mucha más gente como yo (muchos de los cuales además escriben) sino conociendo a algún@s en persona.

Estoy empezando a divagar, pero, en resumen, lo que quiero hacer es quejarme: como he oído decir a Laura Gallego en más de una ocasión, hay jóvenes que leen y hay que prestarles atención.  Si vemos las noticias (o leemos el periódico o miramos los “medios comunicación de masas tradicionales”) la gente apenas sabría de nuestra existencia; muestran fans incondicionales de actores y cantantes, o los jóvenes que sólo se dedican a hacer botellón, pero de quedadas de lectores, de esperar colas de horas para conseguir nuestro ejemplar dedicado por un autor… de eso no suelen decir nada. Y eso a mí me indigna.


¿Y vosotr@s? ¿Qué opináis? ¿Os habéis sentido bichos raros por vuestra pasión por la lectura? ¿Pensáis que si por la televisión (y demás medios) fuera los jóvenes lectores seríamos invisibles?

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