viernes, 8 de agosto de 2014

Crónica Celsius 232 2014 (2/2)

¡Hola a tod@s!

Esta es la segunda parte de mi Crónica del Celsius 232, en la que cuento un poco cómo nos fue el viernes y el sábado. Si no has leído la primera parte puedes leerla aquí.

ADVERTENCIA: probablemente mucha gente considere que es increíblemente largo y que me enrrollo mucho, pero he querido hacerlo así para que, cuando lo relea, la Cris del futuro rescate de su memoria pequeños detalles que, de otra manera, se verían condenados al olvido.

Lo prometido es deuda, así que no me enrollo y, directamente, doy paso al resto de la crónica:





Debido a los problemas con los números del día anterior y al hecho de que a las 12 quería ir a una presentación, decidí intentar madrugar tanto como me fuera humanamente posible. Además, ¿recordáis esa parte de la cola de Sanderson de la que me fui a una terraza porque me moría de calor? Bueno, pues llegué a casa con toda la cara quemada por el sol. Parecía un tomate con piernas.

Me levanté a las 6:30 y, tras un chute de cafeína y arrastrarme cual zombie, conseguí coger el autobús de las 7:20. El primer momento gafe del día fue cuando, al encender el iPod, comprobé que por alguna misteriosa razón pretendía convencerme de que no tenía canciones, así que como antídoto contra el sueño empecé el primer esbozo de esta crónica. Como dato, añadir a aquell@s que penséis que este madrugón es un síntoma de algún tipo de esquizofrenia, que cuando llegué a la cola había bastante gente (e incluso, el día anterior, hubo quienes se dice que durmieron delante de la caseta de la organización, que es donde repartían los números).

Mientras OlyBeleth, TinuwelLigeia y yo estábamos esperando, vimos aparecer a Patrick Rothfuss (lo cual nos sorprendió porque faltaba como una hora para que empezase la firma) que se paró frente a nosotras, sacó un paquetito de Post-it y se puso a explicarnos en plan teatral (todo gestos y, como mucho, alguna de las pocas palabras de español que iba aprendiendo esos días) cómo quería que pusiéramos los post-it en los libros para ir lo más rápido posible. En su momento había sacado alguna foto del momento, pero cotilleando crónicas varias, vi un vídeo en El rincón de Koreander. Es en otra parte de la cola y habla más, pero todos los vídeos son pocos para mostrar lo genial que es este hombre.



Una vez terminado el paseo "turístico" enseñando a poner post-it, el señor Rothfuss se aproximó al principio de la cola que había para obtener su firma (como creo que ya he mencionado antes, el procedimiento era conseguir número primero y luego pasar a hacer cola para la firma en sí) y se puso a firmar, apoyado en la barandilla porque, como aún faltaba un rato para que fuera la hora, no habían sacado ni la mesa, ni la silla, ni nada. Y, para daros más envidia, aquí os dejo una foto (que nos sacó Cristina Macía, una de las organizadoras que es un encanto) de ese momento en el que intento parecer una persona normal y calmada aunque por dentro estoy dando saltitos y chillando como la peor de las fangirls.

Al final, obtuve mi firma antes incluso de la hora a la que supuestamente empezaba, y nada más salir de la cola ya escuché que alguien me llamaba. Allí estaba (al fin) Ale (cayendo en la tentación, si no recuerdo mal) que había llegado hacía poco y había aparcado sus libros con la gentecilla del Comando Oviedo que había llegado antes que ella.

Aproveché mis dos horas libres para pasear por la cola buscando a gente conocida (la encontré... es lo que tiene haber ido a tantas quedadas frikis del Foro de Laura Gallego en mis años jóvenes: conoces a mucha gente y te la encuentras en estos eventos), socialicé etc.

En determinado momento, Beleth, Tinuwel y Ligeia (creo que nadie más, si se me pasa alguien I'm so sorry) fueron en busca de José Antonio Cotrina para que les firmase varios libros (en el programa, si no recuerdo mal, no aparecía ninguna firma programada) y lo encontraron junto a Gabriella Campbell y Ana Campoy (porque sí, los autores también sacan número y esperan en la cola como personas humanas xD). 

Yo me quedé incordiando haciendo compañía a Ana y estuve frikeando un poquito con ella (coincidió que en una de esas pasó Ian Watson vestido completamente steampunk) y, no pude dejar de preguntarle si había visto a un niño que el día anterior andaba por ahí disfrazado de Harry Potter (superadorable, daban ganas de adoptarlo). Luego la conversación derivó hacia mi traje de Hermione, que si eso se lo enseñaba por Facebook... y ella sugirió que por qué no lo llevaba el último día. Primero me quedé un poco descolocada porque ni se me había ocurrido la posibilidad... y luego me encantó y decidí que era la mejor idea del mundo. 

Al final, a las 12:00 pude ir a la presentación de Ana Campoy y Sofía Rhei y me encantó, fue tan genial como el año pasado, si no más. Una de las cosas que no deja de sorprenderme es el increíble trabajo de documentación que hacen para sus sagas. Me gustaría que más de un@ que se dedica a menospreciar la literatura infantil las escuchase. También hubo algunas preguntas interesantes (la cara de Ana cuando les preguntaron por su relación con los ilustradores de los libros no tuvo precio) y hasta sortearon algunos libros (y tocó, entre otros, el número 13... que es el mejor número del mundo mundial -yo tenía el 15-). 

Después fui ubicando a la gente y, por fin, se me logró ver a Sebas con un poquito más de calma. Además, mientras algun@s conseguían sus firmas de autores varios, reconquistamos nuestras escaleras (momento del cual hay foto cortesía de Javier Ruescas).





Hacia las dos y media emprendimos ruta hacia la Sidrería Cabruñana, donde iba a tener lugar la "Quedada/Almuerzo con lectores" organizada por Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina (parando en la caseta de la organización para preguntar por Abercrombie, obviamente).

Cuando nos dimos cuenta eran las 17:00 y, dado que Elwen nos había avisado por WhatsApp de que no se había dicho nada acerca de la presentación de Abercrombie, asumimos que sí tendría lugar. Pagamos para poder irnos antes y llegar a coger sitio.

La primera novedad fue el hecho de que Diego García (el intérprete) estuviera solo (en el caso de autores extranjeros lo normal es que estén acompañados de intérprete y presentador). Sin embargo, en este caso sería él quien realizase ambas funciones. Estábamos todas ansiosas por saber si al final Abercrombie había conseguido vencer la adversidad para llegar a su presentación. No entendíamos cómo podría haberlo hecho, teniendo en cuenta que, por la hora a la que había publicado su último tuit, no parecía demasiado probable. Cuando Diego pidió un fuerte aplauso para Joe Abercrombie nos lo creímos (supongo que es lo que tiene la desesperación) y aplaudimos... hasta que apareció Pat Rothfuss.

Al principio de la charla se hizo pasar por Abercrombie y consiguió hacernos reír a más no poder. Luego nos explicaron que, si bien Abecrombie no podía llegar, no podían dejar el hueco sin ningún acto (The Show Must Go On) así que sería una charla para hablar sobre la obra de Joe (al menos de la parte que se había leído Rothfuss).

El momento más hilarante de la presentación fue cuando Abercrombie llamó por teléfono y, afortunadamente, alguien llegó a grabarlo y pude verlo gracias a la web RocaDeGuia.com. Os lo dejo aquí porque creo que si lo veis entenderéis el motivo de que terminase llorando de la risa.


Tras un pequeño descanso, tuvo lugar el encuentro con Patrick Rothfuss (sin necesidad de que usurpase charlas ajenas). Terminaba a las 19:30 y luego había un encuentro con Brandon Sanderson, pero yo decidí no quedarme porque aún no me he leído ningún libro suyo (lo sé, ¡deshonra sobre mi vaca!) y además estaba agotada por el madrugón.

A partir de ese momento continuó mi gafe. Se resume en: perder el Alsa por los pelos, esperar media hora y que se averiase en medio del autopista. Afortunadamente no tuvimos que esperar ni 5 minutos y nos recogió el autobús que venía de Gijón, que yo ya me veía esperando una burrada.

El leer el siguiente tuit me recordó que hubo quien lo había tenido peor:






Como ya teníamos la mayoría de las firmas y, sobretodo, el cansancio acumulado de días anteriores pesaba cada vez más, decidimos coger el Alsa de las 10:10 (porque encima, cómo no, los fines de semana hay aún menos Alsas a Avilés). Yo iba con mi uniforme de Hogwarts y las caras de la gente no tenían desperdicio.

Cuando llegamos a la zona del Celsius estuve atenta porque me hacía ilusión ver a Ana Campoy que, como ya he comentado, fue la artífice de esa idea. Al final me la encontré en la carpa de actividades y también pude ver a Carlota Echevarría (a quien no veía desde el ultimo Celsius).

Como tuve un rato anduve paseando y, cuando divisé a José Antonio Cotrina y a Gabriella Campbell, aproveché para pedirles que me firmaran mi ejemplar de El fin de los sueños.

A las 12 fui a la presentación conjunta de la saga Princesas al ataque, de Carlota Echevarría y el libro Olivia Shakespeare de Sofía Rhei. Encima, por si las autoras no hicieran que tuviera bastantes ganas de ir, la presentadora era Ana Campoy. Lo malo de ir es que estoy deseando tanto sacar un ratillo para leerme El cofre mágico, como poder hacerme con Olivia Shakespeare (es un tema que mi filóloga interior encuentra increíblemente interesante).

Después aproveché para que Carlota me dedicase el libro (que además va súper preparada: tiene pegatinas de estrellas y todo).

De 13:30 a 14:00 tuvo lugar la presentación de las novelas Pulsaciones y Live de Javier Ruescas. Como siempre, esas presentaciones hacen que me entren ganas de escribir porque siento que, si soy lo suficientemente constante y me lo tomo lo tomo en serio, yo también podría llegar a publicar algún día. Además, esta fue una presentación única con la aparición estelar de Maléfica (en medio de una de esas lluvias del "verano" asturiano que amenazaban con echar la carpa abajo).

Cuando Javier me firmó los libros aproveché para sacar fotos con Carlota, con Ana y con Sebas. Y, al vernos, Raquel Míguez (que es una gran fan de la saga) nos pidió una foto (que podéis ver en su blog). Momento photocall, vamos. Aquí podéis apreciar lo guaposos y guaposas que salimos.


Tras despedirme de Carlota, Ale, Oly y yo fuimos a la plaza del ayuntamiento a comer y nos resguardamos de posibles lluvias en los soportales. En una de esas, avistamos a Patrick Rothfuss, que iba caminando en nuestra dirección, pero dio un rodeo extraño al llegar donde estábamos nosotras. No sé hasta qué punto por evitarnos o porque vio que estábamos comiendo y no quería molestarnos.

Después de eso, volvimos a la zona del festival y nos sentamos en unas escaleras. El sol estaba pegando con ganas, así que mi uniforme de Hogwarts estaba cada vez más desastrado. Miré las chapas de uno de los puestos tratando de pensar qué 5 o 6 me compraría, y volví con las otras dos para ir a por mi cartera. Entonces Oly vio a Diego, que subía hacia donde estábamos nosotras y ¿sabéis quién le acompañaba? Si. Exacto ¡ABERCROMBIE! Así que esta vez me limito a una de esas imágenes que valen más de mil palabras (y que es una de las fotos más épicas de estos días).


Poco a poco nos fuimos reuniendo todos porque a las 17:00 empezaban las charlas de la tarde y nos parecían muy interesantes (especialmente la última),

De 17:00 a 18:00 tuvo lugar una mesa redonda sobre la literatura juvenil integrada por Pedro Riera, David Lozano, José Antonio Cotrina y Gabriela Campbell, con Javier Ruescas de moderador. Hubo una piquilla entre Lozano y Cotrina acerca de quién sería capaz de hacer sufrir a un personaje por más tiempo. Miedo me da lo que pueda salir de ahí. 

A las 18:00 le tocó el turno a Lauren Oliver (autora, entre otros, de la Saga Delirium), que demostró ser una chica muy agradable y divertida. 

El plato fuerte de la tarde fue la mesa redonda con Brandon Sanderson, Patrick Rothfuss y Joe Abercrombie, acompañados de Jorge Iván Argiz y Cristina Macía (a parte, obviamente, de Diego García). No hay palabras para decir lo genial que fue a todos los nivele:, no es sólo que se tratasen temas muy interesantes, es que esos tres consiguieron hacerlo increíblemente interesante y nos hicieron reír en varias ocasiones (como, por ejemplo, cuando le sugirieron a Diego tomar nota de sus intervenciones utilizando un boli bic de cuatro colores). Al finalizar la mesa redonda, algunos de los autores (como Joe Abercrombie o Lauren Oliver) recibieron a sus lectores en el firmódromo, dispuestos a dedicarles sus ejemplares.

En ese momento me perdí de la multitud porque llovía y yo ya tenía todas las firmas que quería, así que me quedé por la carpa y fui testigo de cómo Patrick Rothfuss concedía fotos y autógrafos de última hora. En serio, ese hombre es de lo que no hay... en el buen sentido, obviamente.

Tras ese momento de desperdigamiento comenzaron las despedidas, que es la única parte negativa que tiene el Celsius. Tener que decirles adiós a personas con las que compartes tantos gustos y aficiones y, sobretodo, con las que has pasado unos días tan geniales, es un poco asquerosillo. Pero bueno, con un poco de suerte, cuando me dé cuenta ya estamos planificando el Celsius 232 de 2015.


Ha sido una crónica que nada tiene que envidiar a La Biblia (pero sin capítulos ni versículos), lo sé. Pero quería intentar reflejar todos los detalles que pudiera. No tanto para los que lleguéis a leerla (que la mayoría supongo que abandonaréis a la mitad porque me enrollo demasiado), sino para que cuando vaya pasando el tiempo y yo la relea, pueda rescatar muchos de esos detalles del olvido.

Sólo me queda dar las gracias a todas esas personas increíbles que hacen posible el Celsius: organizadores, autores y asistentes... porque, al fin y al cabo, esto va de personas frikis con muchas ganas de pasárselo bien y compartir, entre otras muchas cosas, su amor por la lectura.

Como broche final citaré una de las mejores frases de estos días, dicha por nuestra querída Tuchús:


Y foto de grupo, por cortesía de Ligeia:




6 comentarios:

  1. Jolín, pues sí que es verdad que tus crónicas van a ser un perfecto recordatorio de todos esos días. VAYA PASADA que es el Celsius, tanto por ellos como por la gente que nos reunimos y lo totalmente genial que nos lo pasamos. Espero con ansias el del año que viene jolín, que queda mucho! Pero eso sí, este año los asturianos cuanto menos tenemos que quedar algo!

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    1. Jjajaj... por eso mi empeño de intentar apuntar más o menos las cosas de los días, que luego lo mezclo todo xD Coincido totalmente: pasada de Celsius. Lo mejor es la gente... autores, organizadores, vosotros... <3 Y sí, hemos de quedar.. que deshonra sobre mi vaca por lo ausente que estuve el curso pasado. Yo antes de que empiece el curso igual me acerco a Avilés para ver a la señorita Oly (pero ni la he incordiado aun para quedar xD)

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  2. Ains, os echo mucho de menos T.T Y a Sofi.
    Tienes razón, en la foto con Pat tienes cara de estar chillando por dentro :P xDD
    El momento "oh, mira, Rothfuss viene hacia aquí... vale, no, ahora se desvía..." fue genial xDD Y el de: "Dieeeeeeeeeeeeeego, foto con Aberrrrr"

    Si te das cuenta Tuchús nos proporciona muy buenos recuerdos... Entre la cecina voladora y Marilyn... XDDD

    Besos guapa! Y a ver si nos vemos antes del próximo Celsius ¬¬ xD

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    1. A mi esta vuelta a la vida cotidiana me deprime... tenían que hacer un mínimo de 4 Celsius al año...Es que Tuchús es mucha Tuchús... y por ello la adoramos.

      En cuanto al tema de vernos antes del próximo Celsius... yo he cargado de nuevo la cta con intención de pasarme a verte por Avilés la semana que viene o la siguiente... así que todo es hablarlo :D ¡Besos! <3

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  3. Viernes, ese fantástico día en el que secuestramos a Jose Antonio Cotrina y montamos una fila en mitad de la plaza... xDDDD y qué genial fue lo de Rothfuss y sus post-its. Y la charla de Pat Abercrombie también fue genial, sin duda el mejor día de todos.
    Como se nota que este año fui a menos charlas de las que esperaba, porque no sabía que maléfica había estado en la mesa de honor!
    También el sábado fue absolutamente genial, si es que al final no hay día en el Celsius que no esté plagado de anécdotas y gritos de todo tipo xDD (el año pasado fue Abercrombieeeeeee, este año parece triunfar más Diegoooooooooo, eh, Oly? xDD)
    En fins, esperemos que el año que viene podamos repetir todo esto, y más, y mejor!

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    1. Claro que sí... yo salvo que trabaje (que procuraré apañarlo para ir como sea al menos algún día) pienso seguir yendo siempre que pueda... porque es tan genial *__*

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